domingo, octubre 12, 2008

SITGES 12- TOKYO!


En los últimos años hemos visto ya un par de proyectos que consisten en aglutinar a directores para que dirijan un pequeño episodio dentro de una película usando como único leit motiv una ciudad en concreto (Paris Je t’aime, por ejemplo).

Tokyo! no está en ese rollo. Tokyo! es también un film de episodios, tres para ser exactos, pero ninguno de ellos es una carta de amor a la ciudad de Tokyo en la que transcurren sus historias. Tokyo! es un film que aprovecha la ciudad nipona para que tres directores con personalidades y estilos muy distintos (Michel Gondry, Léos Carax y Bong Joon-ho) desarrollen una historia que, a pesar de ser independientes, comparten una cierta preocupación sobre el hombre y su forma de vida actual.

En la primera historia, Gondry nos muestra los avatares de una joven pareja recién llegada a la ciudad en su búsqueda por instalarse y tratar de salir adelante. Él aspirante a cineasta y ella haciéndole únicamente de comparsa, tendrán que compartir piso con una amiga de la ciudad, lo cual pondrá a prueba la solidez de su relación y colocará a cada uno en su sitio (o en su silla).

En la segunda, Carax nos sorprenderá con la aparición de un extraño y feo elemento que surge de las cloacas para sembrar el caos y, posteriormente la muerte, a su paso. El tipo en cuestión revelará al único hombre en el mundo que entiende y habla su lenguaje, que su nombre es Mierda y que está en Japón porque Dios se lo ha ordenado y está causando estragos en la ciudad porque no le gustan los japoneses. Tan delirante propuesta servirá al director para disertar sobre la situación política internacional de hoy dia, sobre la religión y las relaciones interpersonales, y todo ello a través de uno de los interrogatorios (y juicios) más inolvidables y freaks que jamás se han visto en el cine.

La última de las historias, tal vez la más floja, es la que dirige Joon-ho y versa sobre los individuos conocidos como hikkikomari, gente que se recluye en su casa negándose a mantener ningún contacto con el exterior y, muy especialmente, con otras personas. Tan estrafalarios (aunque cada vez más comunes) individuos, le servirán para plantear una historia de amor en la que los constantes movimientos sísmicos por los que también es conocida Japón, serán el detonante que haga cambiar la mentalidad de estos curiosos ciudadanos.


Como acostumbra a suceder con estos films episódicos, las distintas personalidades de sus responsables así como las diferencias de talento, hacen que su transcurrir sea irregular y resulte imposible valorar la película en conjunto sin comparar unos relatos con los otros. Así pues debo decir que si algo destaca en la película es la parcela de Carax, siendo su relato el más disfrutable y equilibrado y el responsable de haber creado un personaje que se merece una película entera para él solo.

El relato de Gondry, por otro lado, va de menos a más resultando demasiado lento en su comienzo y remontando tan solo cuando saca a la palestra su particular imaginación. Como mínimo consigue que el espectador presencie una extravagante transformación de mujer en silla (sic), que no es algo que se vea todos los dias.

Y Joon-ho por su lado se beneficia de que, afortunadamente, su historia es la más corta, pero al estar situada al final es la que deja las últimas y definitivas sensaciones en el espectador, que no son malas, pero no todo lo buenas que cabría esperar.

Tokyo! recibe por lo tanto un aprobado pero no se sitúa, en mi opinión, entre las películas llamadas a pasar a la historia. Ni siquiera a la historia de esta edición del Festival.

No hay comentarios: