martes, febrero 05, 2008

MALA TELEVISIÓN, TELEVISIÓN MALA


Cuando apareció la televisión, el cine sufrió una auténtica crisis. Ahora, con los sistemas de cine en casa, las grandes salas vuelven a notar el azote de las pequeñas pantallas. Quizá por eso los aparatos de televisión siempre son, en las películas de terror, un objeto peligroso e inquietante y, muchas veces, el encargado de propagar el mal o, directamente, su fuente.
El televisor, como aparato receptor de ondas, ha sido utilizado en varias ocasiones como mecanismo con el conectar con el más allá, por ejemplo. Pero también ha habido películas que han utilizado a la televisión como aparato en el que mostrar los más descabellados y atroces programas, en lo que podría ser una anticipación del devenir de nuestra parrilla televisiva. Si hace diez o quince años era extraño ver a gente golpeándose o insultándose en un plató, hoy es algo bastante común, por ejemplo. Tampoco nos son ajenos los programas concurso donde, de alguna manera, se humilla o se agrede al concursante, aunque sea sin causarle daños físicos. ¿Quién dice que esta escalada no nos llevará a ver, en un futuro no muy lejano, programas y concursos aún más duros y violentos?
Por lo pronto, y en este sentido, podemos recordar la película "Rollerball", que hace unos años tuvo su propio y triste remake, y que ya nos mostraba el éxito que podía tener la exhibición de una competición deportiva en nuestras pantallas. Especialmente si había una buena dosis de violencia en ella. También podríamos recordar los cortes que Paul Verhoeven introdujo en Robocop o en Starship Troopers, donde la televisión estaba inundada de violencia, desde los anuncios publicitarios hasta las noticias y el resto de la programación. En esta misma línea, Arnold Schwarzenegger protagonizó a finales de los 80 Perseguido, adaptación más o menos libre de un relato de Stephen King, en el que un concurso de televisión da la posibilidad a algunos reclusos seleccionados de recuperar su libertad a cambio de participar en él. Todo muy progresista, de no ser porque en dicho concurso deberán huir de sádicos armados con sierras mecánicas, lanzallamas y demás instrumental homicida mientras el público aplaude y apuesta para saber cuál de esos asesinos acabará antes con el concursante.
Esta misma vertiente de los programas concurso sádicos fue aprovechad también, aunque en tono de comedia, en la película "Permanezca en sintonía" con John ritter de protagonista.
En un tono más perverso (y pervertido) David Cronenberg nos mostró la capacidad de hipnosis que puede tener la violencia contemplada en una pantalla de televisión en su clásico Videodrome. En esta ocasión, será un productor de televisión el que sintonizará de forma accidental con una extraña emisión en la que se exhiben toda clase de atrocidades a las que queda enganchado como espectador, hasta el punto de acabar formando parte de la emisión (y del emisor) en lo que es una de las mayores muestras de la corriente artística denominada como “nueva carne”. Para el recuerdo, algunas de las inquietantes y desagradables secuencias de la película como aquella en la que el protagonista, James Woods, pierde una pistola dentro de su propio cuerpo o, aquella otra, en la que unos labios voluptuosos y sensuales “se salen” de la pantalla del televisor incitándole a seguir mirando.
Sin embargo, y como ya he dicho al principio, son las posibilidades de contactar con el más allá las que más se han explotado en el cine con respecto a los aparatos de televisión.
Sin lugar a dudas el mayor y más famoso ejemplo en este sentido es Poltergeist. La familia de la película desconocía que habían construido su casa sobre un cementerio pero, lo que nunca hubiera podido imaginar, era que los espíritus de los cadáveres allí enterrados, se pondrían en contacto con su hija pequeña a través del televisor. La frase “Ya están aquí” pronunciada por la pequeña Caroline, mientras mira la nieve de la pantalla del televisor, es todo un mito gracias a este film.
Esta misma idea se utilizó, con no tanto acierto, en la película White noise donde un Michael Keaton en horas bajas trataba de comunicarse con los espíritus haciendo servir precisamente esta nieve que envían los televisores cuando no tienen ningún canal sintonizado correctamente. Gracias a la película algunos nos enteramos de que existe toda una técnica desarrollada en parapsicología para contactar con el más allá haciendo servir precisamente televisores y radios.

Sin embargo, si ya es de por si terrorífico pensar que la programación que veremos en televisión dentro de unos años puede ser realmente atroz, y aún más espeluznante imaginar que nuestros aparatos pueden servir de antena de comunicación con espectros y fantasmas, ¿cómo calificaríamos la posibilidad de que algo o alguien pueda, surgir de nuestra pantalla, como si de una ventana se tratara, para matarnos?
Esta pavorosa idea tomó forma de mujer de largos cabellos negros en The ring. Sin embargo no es una idea inventada por el director japonés de dicha película. El concepto de criaturas que, directamente, emergen desde nuestro televisor para matarnos como si se tratara de un portal dimensional, ya se utilizó por ejemplo en Demons 2.
En aquel film, de visionado curioso aunque prescindible, los inquilinos de un edificio son asaltados por una especie de zombies (los Demons del título) que han invadido el inmueble después de que alguien sintonizara en su televisión una película (absurdamente, ni más ni menos que la primera parte de Demons).
No podemos pues, quitarle el mérito a The ring de ser la primera película (y la única que yo sepa) donde tan estremecedor efecto se ha utilizado con ingenio y al servicio de un film de terror con cara y ojos.

Además de todas las mencionadas, podríamos citar otras películas donde la televisión ha estado igualmente ligada al terror, la violencia o lo sobrenatural aunque de forma un tanto más indirecta (The game, Carretera perdida, Tesis, Habitación sin salida, 15 minutos o incluso REC). Pese a ello, el cine continúa perdiendo espectadores y los equipos de cine en casa aumentan sus ventas.

PD: continúa leyendo nuestra novela-blog. Recuerda que lo que tu sugieras puede alterar el cursod e la historia.

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