lunes, febrero 05, 2007

El Apocalypto maya


Para algunos, a veces no es necesario ni ver una película para tacharla automáticamente de buena o mala según quíen la firme o quíen participe en ella. En más de una ocasión he visto a gente denostar una película porque al ver el trailer se enteraron de que el protagonista era Tom Cruise o que el director era Toni Scott.
Está claro que una película ha de usar todas las 'armas' que tenga durante la fase de promoción para venderse. Y está más que claro que mencionar a su actor protagonista o a su director puede ser un reclamo rentable. Así sucede con la mayoría del público pero no con parte de aquél que busca films exclusivos y que le huele a chamusquina cualquier cosa que venga del otro lado del atlántico y no lleve en la etiqueta un sello de 'independiente'.
Pues bien, aquí han topado con la iglesia. Apocalypto, es una gran produccíon dirigida por Mel Gibson (con esto sería suficiente para que ese grupo de esnobs ya no le diera ninguna oportunidad) pero también es cine independiente. Tan independiente que es el propio Gibson a través de su productora Icon quien ha corrido con los gastos.
Esto, además de concederle libertad creativa total, también le ha servido para tirar adelante algunas ideas cuando menos arriesgadas, como el utilizar como lengua en la versión original el 'maya yucateco' o no hacer uso de la elipsis a la hora de mostrar numerosos pasajes de extrema violencia. Pero que nadie se asuste. No nos llevemos las manos a la cabeza. Se soporta, y ya discutiremos en otra entrada si es necesario o no mostrar esta violencia con crudeza.

Gibson solo tiene cuatro películas como director hasta la fecha (El hombre sin rostro, Braveheart, La pasión y Apocalypto) pero ya puede añadir a los títulos de sus films la coletilla de 'de Mel Gibson' como hacen John Carpenter, Night Shyamalan y otros autores tan consagrados que no necesitan ni hacer constar su firma en el título. Es decir, sus películas van a verse fundamentalmente porque las firman ellos (Spielber, Scorsesse, Coppola,...).
La carrera de Gibson aunque breve, ya está topando con la misma crítica retrógrada con la que se enfrentaron otros actores metidos a directores, como fue el caso de Clint Eastwood, ambos famosos por sus papeles de héroes que actuan con su propia ley, o lo que es lo mismo de policías fascistoides (Harry el sucio, Mad Max,...). Obviamente su forma de hacer cine es muy distinta y los temas que traten o sus intereses pueden estar más o menos en consonancia con nuestro gusto pero, lo que es indiscutible, es que ambos dejan una impronta en cada película que ruedan, una marca de autor. Algo que hace que sus películas sean, precisamente eso, suyas. Por lo tanto dejemos que Mel Gibson continue rodando lo que le apetezca porque seguro que nos va a dar más de una alegría. Y a los que no les caiga bien por haber interpretado papeles de policía mas o menos facha en Arma Letal que se congratulen igualmente. Mientras esté dirigiendo, no estará actuando.

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